Quienes somos
Desde el fin del mundo en la Patagonia Chilena, Región de Aysén, en un entorno de montañas nevadas, tierra fértil y ríos puros;
nuestros ancestros y familias campesinas, han logrado mantener su agricultura ancestral de recolectar y cultivar con pasión, frutos
únicos en el mundo en sus propiedades. Y así, desde los bosques más australes del mundo nace SurYuis.
La recolección de la fruta se realiza en forma manual por los pobladores, en sectores húmedos y de estepa de la Patagonia chilena, región de Aysén. Además, esta labor genera ingresos durante la temporada de recolección que se efectúa entre los meses de diciembre a marzo. Asimismo, el traslado de la fruta es realizada en algunas ocasiones a través de embarcaciones menores a remo, donde las características climáticas de la región permite el crecimiento de los frutos en forma natural y endémica sin la intervención de la mano del hombre, en forma silvestre.
SUR-YUIS entrega como resultado productos con Frutos Regionales, por tanto un producto Innovador por sus propiedades medicinales respaldadas por los análisis de laboratorio, además los frutos son ricos en nutrientes y son un complemento perfecto para dietas sanas, con características organolépticas únicas en el mercado.
Misión
Contribuir con beneficios para la salud de nuestros clientes y ofrecer una experiencia de la Patagonia a través de nuestros productos
Visión
Ser lideres en el mercado de los jugos contribuyendo a la calidad de vida de nuestros clientes
Fundadores
Somos una empresa familiar que creamos en conjunto dos hermanos, una
vez que egresamos de estudiar regresamos a nuestra tierra y nos quedamos
trabajando por nuestro sueño de emprender y desarrollar productos que
contribuyan a la salud de las personas y que disfruten de las bondades de los
frutos con mayor contenido de Antioxidantes, ¡¡¡pero además poder llegar con la
experiencia de la Patagonia a todo el mundo!!!
Conoce más
Nuestro logo
Cuenta la historia que una bella Tehuelche de dorados ojos llamada Calafate, se enamora
profundamente de un Ona. Furioso, el padre de la joven decide separarlos pidiendo un conjuro a
la machi, transformando a Calafate en un arbusto de flores doradas. Arrepentida, la machi
convierte al Ona en el fruto de aquel árbol que desde entonces y por siempre veremos unido a
esta hermosa flor dorada en una dulce y eterna compañía.